Ya empezó su trabajo la escuela y es preciso elevarte a lo azul, Relicario de Viejos amores mientras reine la mágica luz.
¿No sentimos arder a tu influjo la luz viva de un fuego interior, cuando flotas alegre, besada, por los cálidos rayos del sol?
¡Dios Padece decir oh Bandera la sublime expresión de tu azul; ¡Patria! El rojo de vivida llama;
¡Libertad!, dice el blanco en la cruz.
Mientras haya una escuela que cante tu grandeza, Bandera de amor, Flotaras con el alma de Duarte, Vivirás con el alma de Dios.
Letra: Ramón E. Jiménez
Música: Juan Francisco García
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